jueves, 9 de diciembre de 2010

"Ningún tonto se queja de serlo, no debe ir tan mal"

Tengo muchas cosas que decir y que soltar, pero se me arremolinan las ideas y no soy capaz de expresar una sola, lo intentaré aunque no prometo nada, total esto no lo lee nadie...

Reflexionando sobre lo que me rodea, he llegado a pensar que la felicidad no tiene por qué estar en ser libre o independeiente dentro de unas posibilidades, es más, hay gente que NECESITA hacer lo que hace el resto, necesita de los demás para sentirse "realizado", y esto... ¿Por qué? ¿Qué nos lleva a necesitar de la aceptación de una sociedad para sentirnos bien? Es complicado ver la actitud borreguil cuando estás ahí, cuando tú formas parte de esa sociedad y eres el encargado de apuntar con el dedo lo que es o no aceptable.

Siempre he pensado que la felicidad está en uno mismo y que antes de todo, para gustarle a los demás tienes que gustarte tú llevando tu vida por el camino que quieras y consideres correcto, vamos, ser independiente. Pero ciertas circunstancias me llevan a duda, quizás es más feliz el que enfoca [a ciegas] su visión a la visión colectiva y rechaza (o ignora) cualquier otra, limitando así su universo al "dicen que" y no al "opino que". De cualquier modo, quien haya podido ver más allá de la colectividad e intente cegarse y actuar hipocritamente se ha condenado a no ser feliz, a interpretar un papel para el que no está hecho. ¿Seguir soñando o despertar?

No es por mostrarme antisocial ni mucho menos, al contrario, intento entender esa obsesión por formar parte de un grupo, y no de cualquier grupo.
De hecho tengo muy claro que necesitamos unos de otros para sobrevivir sin volvernos locos, pero ¿hasta qué punto?

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